jueves, 26 de noviembre de 2009

¿Quién es un maestro?

Ante esta gran pregunta las ideas y palabras claves vienen a mi mente, por un lado las grandes palabras VOCACIÓN, JESÚS, SERVICIO, NIÑEZ, JUVENTUD, NECESIDAD, VERDAD; por otro lado... la idea, no irreal, de la tristeza al saber que hay quienes juzgan la labor docente desde sus escritorios abarrotados de papeles con o sin sentido.
Responder certeramente sobre quién es realmente un maestro es difícil cuando observas a tu alrededor y te das con la sorpresa que quienes por un lado enseñan a los niños sus derechos, no son capaces de exigirlos a superiores que los desconocen; ves además, a maestros que enseñan a pedir las cosas con buenos modales y ser damas o caballeros en todo momento...mientras que en algún momento son capaces de salir a las calles gritando para que los respeten.
¿Qué está pasando entonces? ¿Dónde queda la coherencia entre el pensamiento y la acción? ¿Dónde queda la libretad para alzar la voz conservando la propia dignidad?
Pero quedarme en esta perspectiva me resulta injusto, pues no puedo dejar de pensar en aquellos maestros que exigieron sus derechos con la libertad de su ser y su caminar pausado pero seguro, ni en aquellos que madrugan día a día sin pensar en el pago que recibirán, pues están más preocupados en lo que darán ellos ese día a esas miradas necesitadas de saber y ese deseo de despertar a la vida con la confianza en que cada paso será mejor que el que dieron ayer y menos fuerte que el que darán mañana.
A todos eso maestros que hicieron de la teoría un andamiaje certero de experiencias les ofrezco un saludo eterno; y a aquellos alumnos que han decidido ser docentes, les exhorto a dar una mirada a lo que el mundo necesita, para que llegado el momento de la verdad sepan ayudar a otros seres tan importantes y necesitados como algún lo fueron ellos.
2.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Maestro es aquél que realiza una gran labor, pues se dedicará a la formación de nuevos seres que se desarrollarán en una nueva sociedad. El trabajo de nosotros, docentes, es muy importante y no hay que permitir que otras personas menosprecien nuestra profesión. Así que, seamos los nuevos "maestros" que ayudarán a realizar el nuevo cambio social y, para ello, hay que trabajar con responsabilidad, amor y dedicación.
Yraida Isabel Palacios Manya

Anónimo dijo...

NOMBRE:CLEDY VALDIVIA SÁNCHEZ
CICLO:410
REALMENTE LA MISIÓN DEL MAESTRO ES BELLA.SI BIEN ES CIERTO QUE LA EDUCACIÓN NO ES BIEN RENUMERADA,SIN EMBARGO, TIENE SUS RECOMPENSAS.
NO HAY MAYOR SATISFACCIÓN QUE UN EX ALUMNO RECONASCA A SU MAESTRO POR LA CALLE Y LO SALUDE CON GRAN CARIÑO O QUE UN ALUMNO LE PIDA ALGÚN CONSEJO A SU PROFESOR CONSIDERANDOLO DE ESTE MODO UN MODELO A SEGUIR.LA MISIÓN DEL EDUCADOR ES FORMAR INTEGRALMENTE A LA PERSONA CON UNA VISIÓN HACIA EL FUTURO CONTRIBUYENDO DE ESTE MODO AL PROGRESO DE NUESTRO PAÍS.

Anónimo dijo...

Este artículo es realmente conmovedor y apela a una reflexión profunda, pues la labor educativa en profundamente riesgosa pero a la vez plenamente complaciente. Es verdad que la teoría puede resulta muchas veces hermosa vocalizarlo y formularlo pero lo difícil es encarnar y hacer vida, vida que genere vida y no al revés.
El maestros, si lleva una vida coherente y equilibrada tiene todos los derechos ha reclamar lo que en justa razón le corresponde, sin embargo, no debe olvidar que “existe” para servir y amar su misión. Para unos esta o aquella forma de proceder es bueno y para otros falta de ética o cosas por el estilo, lo importante de todo esto es que el maestro siempre debe actuar con recta intensión, pues frente a tantos paradigmas que existen ¿cómo encontrar el punto medio? Sin duda el amor es el mejor instrumento de coherencia, en mi opinión.
Este artículo me ayuda, además, a recordar a maestros que me enseñaron a amar la vida, pero con el testimonio, sin muchas palabras (eso no quiere decir maestro sin conocimientos pedagógicos), sus actos me comunicaron más que sus palabras, por ello estoy convencida de que el amor, mucho amor, es sin duda la que triunfa y no interesa las recompensas que uno pueda recibir, por ello , amor y sabiduría van de la mano; sin embargo, resulta difícil hacer vida esta palabra “amor”, pero no es imposible y ello se puede comprobar en tantos maestros que “supieron dar una mirada a lo que el mundo necesita” (Verónica Castillo) y dieron un testimonio de amor a los niños, jóvenes y a la sociedad construyendo un presente y futuro llenos de esperanza y solidadridad. Y me siento invitada a un examen de conciencia para verificar los instrumentos con los que cuento para cuando me encuentre en las aulas.

Anónimo dijo...

Guisella Neyra

Maestro, una palabra muy fácil de decir, pero a la vez tediosa al querer lograr ser. Como lo dicho anteriormente es cierto, es muy fácil decir o mejor dicho criticar a los maestros, pero cuando uno se enfrenta a un salón de clases te das cuenta de que no es fácil, que se necesita de mucha experiencia, de mucho esfuerzo y sobretodo técnicas que te ayudan a poder sobrellevar el aula.
Hemos podido ver a verdaderos maestros que dejaron muchas cosas e incluso comodidades como La Salle, y este ejemplo es lo que debe motivarnos a nosotros como futuros maestros. Sin duda, maestro, es una labor muy bella. Pues es el que ayuda al que necesita por derecho y por naturaleza, el hombre es un ser que necesita siempre del otro y aquí esta la labor del docente, el de ayudar a los otros sin mirar a quien y que puede recibir a cambio.

Anónimo dijo...

Pretender que el maestro no se equivoque, y mucho más verlo como un ejemplo, es idearlizarlo, pues el maestro es un ser humano, que comete errores, que aprende y a la vez enseña, sin embargo, la labor que él cumple va más allá del horizonte intelectual, sino que abarca todo la formación del ser humano, es una labor muy árdua, pero a la vez es una labor de amor, confianza y entrega total del hombre por el hombre. Tanto el educador y el educado aprenden ya sea en las malas o en las buenas, ambos se complementar. La visión del maestro debe ser reducir sus errores y ampliar sus conocimientos y valores. Ser maestro es un reto, en donde no existe ganador sino existe el orgullo de haber instruido a una persona para alcanzar la meta final.

Anónimo dijo...

Todos tenemos la idea de que el maestro es maestro dentro y fuera del aula, deberia ser asi puesto que son el ejemplo o modelo a seguir de los niños y jòvenes.
Aunque en la actualidad no es asi, puesto que los docentes dicen y hacen ciertas cosas dentro de la escuela y fuera de ésta son muy diferentes...como cuando te dicen que no tienes que copiar en un exámen (hasta te castigan por hacerlo) y los ves en las noticias "maestros copian durante exámen" o "alumnos toman con docentes" y te das cuenta que se contradicen ya que te preguntas ¿dónde quedó lo que me enseño? y reflexionas tratando de buscar la diferencia entre el pensamiento y la acción y no la encuentras debido a que todo lo que escuchaste, lo escuchaste de una misma persona.
Tenemos que aprender de nuestras propias experiencias para no cometer errores cuando seamos maestros y hacer como menciona el texto que "exista un coherencia entre el pensamiento y al acción".
Sandy Aramburú Loyola

Anónimo dijo...

Creo que ser un gran Maestro implica muchas cosas, es verdad , que el objetivo de un maestro es formar y guiar a los alumnos, pero debemos de tener en cuenta que estamos llamados a dejar huellas en ellos. Por lo tanto, no solamente es demostrar ejemplos con palabras, sino con actos, los niños, jóvenes y adultos siempre ponen atención en las actitudes de los maestros, y aunque uno no lo crea son de ellas de las que más aprenden. Por ello, los maestros deberíamos ser mas consecuentes con lo que comunicamos y hacemos, si exigimos responsabilidad debemos ser responsables , si exigimos puntualidad y respeto lo mismo debemos demostrar nosotros para con los alumnos y quienes nos rodean.

Carla Barrionuevo Tirado